Diario El Tiempo.

Para Andrés Garay hablar de Martín Chambi es como hablar de alguien muy cercano a él. Conoce su obra, ha investigado a este fotógrafo y ahora acaba de obtener el segundo lugar en el área de Humanidades del Concurso del Libro Universitario, convocado por la Asamblea Nacional de Rectores. 

Para Garay la fotografía es ciencia y arte y él la interpreta de ese modo y sigue investigando para poder transmitir a sus alumnos toda complejidad que hay detrás de una fotografía. Sostiene que para tomar una buena antes de disparar se deben de tomar una serie de decisiones, como la luz, el encuadre, el momento mismo en el que se toma la foto. Y esto es una de las cosas que le impresiona de la obra de Chambi, quien a principios de los años 20 sin contar con los recursos actuales puede tomar fotos maravillosas y con tanta precisión.

Recuerda que por 1991 cuando estudiaba Comunicación y realizaba sus prácticas en EL TIEMPO, vio una foto tomada por Chambi en un calendario en una casa de Catacaos. Desde entonces sus investigaciones giran en torno a este puneño de orígenes humildes con una enorme genialidad.

Garay afirma que Hiram Bingham y Chambi fotografiaron a Machu Picchu. Bingham lo hace como una constatación de lo que había allí, Chambi que llega un poco después lo ve con otros ojos. Le pone pasión, las composiciones son intentenas, drámaticas, se ve la pasión. Estos genios esperaban horas de horas hasta que se dieran las condiciones de luz, de sombra para tener la fotografía que se necesitaba, cosa que ahora no se hace. “La fotografía digital es compulsiva, se fotografía por fotografiar”

Otro de los temas que le asombran a Garay es que en esos tiempos los fotógrafos no se podían dar el lujo de perder un negativo. Los equipos eran muy pesados, se llevaba a lomo de mula la cámara que era una caja de madera y las placas de vidrio. Entonces había tomar la foto precisa y en el momento preciso. “Eso implicaba un proceso de reflexión y de análisis muy preciso”

El talento

Garay sostiene que para entender a Chambi es necesario conocer la influencia del maestro Max  Vargas, quien le da trabajo a Chambi. Vargas era un fotógrafo  moderno con un estudio en Arequipa y en La Paz. Chambi aprende con él, se cultiva, se vuelve un mestizo culto y moderno y luego se va a Cusco, con una mentalidad moderna, su discurso fotográfico no se agota con el tema indigenista. Su obra, ahora conmueve a todos. Ha expuesto en   todo el mundo y eso se debe a su mentalidad moderna, actuando en una ciudad vieja como Cusco. La genialidad de Chambi nos introduce en un mundo de contrastes.

Ética y profesionalismo

Otra faceta de Chambi es su ética. Chambi fue corresponsal de diarios como La Crónica y La Nación de Argentina, y las obras que tomó en su estudio fotográfico y que fueron pagadas nunca las utilizó para otro fin. Es el caso de la fotografía del gigante que le dio un interés periodístico, nunca fue vendida para exposición. Pasó lo mismo con las fotos de los personajes que tomó en su estudio.

Fotografía en Piura

En Piura, hubo otro Chambi, que fue Pedro Montero, un fotógrafo genial de finales del XIX, del cual Garay prepara un libro. Este fotógrafo supo registrar la historia de Piura y fue un grande para su época.

Ahora conforme se masifica la tecnología se pierde mucho del arte y se toma fotos por tomar y además aparecen los retoques computarizados.

Garay afirma que en Piura hay buenos fotógrafos y para quienes les interesa el tema, les aconseja imprimir, tener un registro en papel para que los documentos  no se pierdan. Lamentablemente la tecnología nos ayuda mucho, pero en el caso de la fotografía, se corre el riesgo de borrar todo.

Visítanos en www.eltiempo.com.pe