Le ganan la partida a los incendios forestales
Diario EL TIEMPO - Piura
Después de las copiosas lluvias y el abundante pasto, vienen los incendios forestales con graves pérdidas de ganado, pasturas y demás recursos naturales. Las familias del bosque seco vivientes de la Comunidad Campesina José Ignacio Távara saben esto y por eso, bajo la consigna de “prevenir antes que lamentar”, limpian las trochas que impedirían que el fuego avance.
Desde hace dos semanas consecutivas, familias de El Cerezo, Nueva Esperanza, Casarana, Dios Nos Mire Bajo, Dios Nos Mire Alto, entre otras, se concentran para desarrollar en minga, la limpieza de la franja que, a manera de trocha impedirá que el fuego avance en caso se produzcan incendios, ya sea desde la carretera Panamericana o al interior del bosque.
Los incendios son producidos generalmente por irresponsables sujetos que no miden el daño que ocasiona, arrojar la colilla de un cigarro o quemar leña con fines de fabricación de carbón.
Los incendios son devastadores, dice Genaro Rosas Bereche, quien a sus 71 años de edad se confunde pala en mano con los más jóvenes y hasta niños, en la jornada comunal. Recuerdo –agrega- que después de las lluvias del 82 y también el 98, miles de hectáreas fueron arrasadas por el fuego, acabando con la vegetación que había crecido, también murieron muchos animales. Comenta que antiguamente, la limpieza de caminos lo hacía el hacendado y ahora ellos (los vivientes) de manera organizada.
El mantenimiento de las franjas contra incendios es promovido por la Gerencia de Recursos Naturales del Gobierno Regional, a través del programa Nor Bosque, dando sostenibilidad al proyecto de capacitación que beneficia hasta diciembre a veintitrés localidades de Ignacio Távara, Juan Velasco Alvarado y Andanjo, en sus diferentes componentes.
Trabajo comunal
Se tiene previsto limpiar dos mil quinientos metros lineales, pero como el trabajo es comunal, los días sábados, los comuneros han tomado la iniciativa de avanzar unos 500 metros aproximadamente con el concurso del Programa Nor Bosque y el acompañamiento del PDRS/GIZ.
Mientras tanto, la gerencia de Recursos Naturales del Gobierno Regional gestiona ante la alta dirección del Gobierno Regional, la asignación de recursos económicos para la limpieza de 13 kilómetros de faja, contando en contraparte con la mano de obra de la comunidad. Los vivientes ya dieron el primer paso.
“Tenemos que hacer el trabajo, porque debemos cuidar y preservar el overal, el aroma, el faique, la hierba blanca y el zapote, además de los animales silvestres”, comenta Filomena Ancajima Inga, una de las tantas mujeres que acompañan en esta jornada a sus esposos, mientras anima a un grupo de jovencitas.
Dice que el presente, ha sido un buen año en lluvias, que les ha permitido sembrar los temporales con chileno, arveja verde, sandía y zapallo. Y, mientras nos muestra la floración de un algarrobo, dice con optimismo “habrá bastante algarroba”, superando así tres años de sequía.
(Tomás Saavedra Choquehuanca.GRRNyGMA/GRP //)
LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Los relojes marcan las dos de la tarde, los comuneros y comuneras se acercan a la improvisada cocina para almorzar. Todos recogen su plato de comida y bajo algarrobos y sapotes consumen el alimento preparado por otro grupo de mujeres.
Tras dar las gracias a Dios por el alimento recibido y la labor cumplida, poco a poco se retiran. Algunos llevan consigo pacas de hierba recogida, otros montan sus acémilas, los niños en sus carretas. Un saco con envases, residuos sólidos y material desechable es llevado a una camioneta con destino al relleno sanitario.
La conservación y cuidado del medio ambiente está presente en el bosque seco de la Comunidad Nacho Távara.
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