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Ya van ocho crímenes por encargo

Publicado: 2012-08-22

Diario EL TIEMPO – Piura. 

Solo se ve tierra. Nada llama la atención en esta calle sin nombre. Excepto las varillas y una grúa que se levantan a lo lejos, apuntando al cielo, lo demás es muro antiguo carcomido, postes, algarrobos debiluchos y lagunas de arena que levantan nubes de polvo, con el paso de los carros. De no ser por las rendijas que forma el triplay de las dos puertas improvisadas de la propiedad, uno no sabría que adentro del terreno no se han detenido los trabajos de ampliación del centro comercial. Hay quienes dicen que por  esa puerta de la obra iniciada tres meses antes, habría salido hace pocas horas, hacia el lugar de su muerte,  Jonatan Jared Cortez Sandoval (26). Antes de convertirse en la última víctima de una racha de crímenes por encargo que entre enero y agosto de 2012 ha dejado ocho muertos; Jared, “el flaquito”,  el joven que llegaba con frecuencia a “coordinar” con los obreros, habría salido obedeciendo a una llamada telefónica. Aunque hay más versiones, una dice que él  estuvo reclamando más puestos de trabajo, con un grupo de obreros. Y que entre ellos estuvieron sus asesinos a los que él posiblemente conocía. “Yo no sé si salió de adentro o estuvo afuera. Solo escuché que disparaban y corrí a protegerme detrás de este arbolito”, dice una joven de unos 20, señalando el viejo tronco de un algarrobo, al costado derecho de la puerta.  “¿Aaaaah Jared, el flaquito es el que ha muerto?”, se sorprende un obrero de chaleco naranja, retrasando la presa de pollo con arroz y lenteja,  que almuerza en el puesto de una vivandera, a unos 150 metros de donde cayó el muchacho.

En el lugar donde balearon al dirigente no hay manchas de sangre. Efectivos de la Divincri estuvieron aquí, pero la escena del crimen no ha sido protegida. El tema de conversación de los grupos  de obreros que almuerzan afuera de la obra es Jared, el padre que antes de venir a recibir los plomazos, estuvo con su conviviente, dejándole dinero para su niño. Además del cebiche y arroz de la “ramadita”, la comidilla es la fuga de los dos de la moto que, después de los cuatro disparos, corrieron a la bocacalle cercana, donde  los esperaba un tercer sujeto arriba de una Pulsar negra. “Yo pensé que venían de asaltar. Iban de tres y a toda prisa… estos vienen de ‘pichanguear’, dije, pero sigo avanzando y me encuentro con los patrulleros y el cadáver”, recordó un policía vestido de civil, que pasó por el lugar minutos después de los balazos.

Hay miradas desconfiadas afuera de la obra. Me hago pasar por obrero y me pido una cebada en la mesa de la vivandera, donde un obrero confidencia: “Dicen que lo mataron por los puestos de trabajo, el finadito venía acaparando mucho…  ya había tenido problemas en la obra de la Bolognesi”. Le digo que si no les da miedo trabajar así, después de tantos líos sangrientos. Solo mueve la cabeza y no habla más.

No comparten la misma hipótesis los policías que vienen siguiendo la racha de crímenes vinculados a mafias que lucran con los cupos de trabajo. En su despacho de jefe de la Dirtepol PNP Piura, el coronel Juan Francisco Celi Niño, revisa las hipótesis que le ha dado la Divincri. Prefiere no decir si los homicidas están identificados. Tal vez se pregunta si fue un sujeto apodado “Barbas”, que en fecha pasada habría escapado de un atentado contra su vida. En la Divincri se preguntan si Jared estuvo realmente vinculado con ese atentado, como se rumorea. O con el frustrado enfrentamiento entre su hermano Javier Cortez, detenido  en mayo, cuando se iba a enfrentar contra un grupo de obreros de Los Algarrobos. El incidente iba a producirse  en una obra de construcción de viviendas, a espaldas de la Universidad César Vallejo, hasta que llegó la Divincri y le incautó una pistola a Javier y un revólver, a un sujeto apodado “Tuerto”. En el otro bando, un menor portaba un arma similar.

Los investigadores tampoco han descartado alguna vinculación del hecho con el dirigente apodado “El Hincha” (Marco Antonio Cortez Sandoval), numero 2 del sindicato Pedro Ruiz Gallo, el cual recientemente encabezó una marcha contra la violencia que está dañando la imagen del sector de Construcción Civil.

En las oficinas y en las mentes de los investigadores, hay una frase muy común en los últimos años, en el bajo mundo del hampa local ligado a ciertos gremios de construcción civil: “Si tú no me mataste, me dejaste vivo, prepárate… en cualquier momento yo te voy a asegurar”.

-Coronel, un nuevo crimen por encargo, vinculado a mafias de construcción civil. ¿Qué hacer?

- Estoy seleccionando gente de varias unidades. Reuniremos la mayor cantidad posible. Creo que este lunes de todas maneras entra en funcionamiento la División Contra Delitos en Construcción Civil.

VEINTIDÓS VALIENTES

A fin de mes se graduarán 22 nuevos policías, mientras en Chiclayo, que tiene más de mil policías más que nuestra región, se graduará una promoción mucho más numerosa. ¿Qué tiene Chiclayo que no tenga Piura, para contar con más policías, pese a tener menos población que nuestro departamento?

 CRÍMENES POR ENCARGO EN PIURA

Jairo Vilela Pingo (22)                                                   (19/01/2012)

Harly Jean Pierre Pingo Olivares (19)                     (19/01/2012)

David Sánchez León (19)                                              (19/01/2012)

Teodomiro Germán Oyola Lozano (45) (a) Viejo Teo      (10/03/2012)

Edward Gonzales Ruiz (43)                                          (14/03/2012)

Anller Nicson López Galo (29)                                   (03/05/2012)

Fidel Ernesti Zapata Oliva (23)                                  (03/05/2012)

Jonatan Fared Cortez Sandoval                                (21/08/2012) 

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