Diario El Tiempo- Piura

De todos los lugares del Perú  en los cuales la Asociación Operación Sonrisa hace reclutamientos y realiza operaciones a niños con problemas de fisura labial y palatina, Piura y Cusco son las ciudades en las que se presenta mayor cantidad de personas con este problema, según  la ejecutiva de la asociación, Maritza Podestá Figueroa.

La fisura, tanto del labio como del paladar es un problema social, según el cirujano plástico del Hospital Santa Rosa,  Aníbal Santivañez. “Si bien en el Perú no hay una estadística nacional referida a la incidencia de los casos, en Piura el mayor problema es la prevalencia. Es decir,  al haber poca oferta de servicios de salud y tener poca accesibilidad a ellos, hace que estas personas no se operen en el momento preciso. Este tipo de problemas hace que se vayan acumulando los casos”, agregó.

Sobre las causas que generan este problema, el especialista en cirugía, dice que los últimos estudios afirman que este tipo de malformaciones se relaciona con la alimentación y se produce en la etapa embrionaria. “Hay muchas teorías en cuanto a sus causas, pero la más desarrollada son las deficiencias nutricionales de la madre. La malformación se produce entre la sexta u octava semana, si no hay un soporte nutricional, es decir falta ácido fólico, existe la probabilidad que el niño nazca con el problema”, declaró.  En la Región Piura generalmente se presenta en poblaciones de bajos recursos, porque las madres no llevan un buen control prenatal o tienen baja alimentación. Según el cirujano plástico, la edad ideal para que el niño con labio leporino sea operado debe ser en la décima semana de vida, pero debe contar con ciertas condiciones, pesar cinco kilos y tener más de diez de hemoglobina. La deficiencia del paladar debería operarse más o menos al año, para que empiece con la terapia del lenguaje y tenga una adecuada fonación, señaló.  “Aunque no hay una edad límite para operarse, lo ideal es que se intervenga desde niño, para que aprenda a manejar bien los volúmenes de aire que son los que permiten emitir los sonidos. Cuando una persona ya es adulta, ya hay problemas de lenguaje y psicológicos”, indicó.   Además, para enfrentar el problema no se requiere de una, sino varias operaciones. Primero se inicia con una cirugía en el labio, seguido del paladar y de ahí se le va corrigiendo los distintos problemas que presenta el paciente.

Especialistas

El trabajo que se tiene con estos pacientes es multidisciplinario ya que no solo se soluciona con una cirugía. “Hay involucrados especialistas como psicólogos, odontólogos,  nutricionistas y una  persona que lo ayude con el lenguaje, hasta el otorrino  porque muchas veces se presentan problemas para la ventilación del oído medio. Tienen infecciones”, explicó el especialista. Sumado a ello, la persona que padece este problema, crea estigmas, ya que no solamente afronta lo referido a su apariencia física, sino la fonación del lenguaje.

Traslado a otras ciudades

Santiváñez dijo que no hay un sistema en el hospital por el cual se pueda manejar este  tipo de problemas y que por la complejidad se tiene que trasladar a otras ciudades. Ipanaqué, declaró que próximamente se reunirá con la Asociación Operación Sonrisa para que junto a un grupo de profesionales elaboren programas que permitan ayudar con el tratamiento post operatorio o ver la manera de realizar ese tipo de intervenciones en la ciudad.

Requiere una serie de cuidados

El niño que sufre del labio leporino o paladar hendido debe tener una serie de cuidados, sobre todo después de la operación. “La madre debe cuidar que el niño no se manipule la zona operatoria, debe mantenerlo limpio y seguir las indicaciones precisas que le da el profesional, además de seguir los controles. Esto es muy importante sobre todo para las personas que viven lejos de Piura. A veces se operan y no regresan, entonces no sabemos qué pasó”, mencionó el especialista.

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