DIARIO EL TIEMPO – Piura.

El 1 de mayo se  conmemora en todo el mundo el Día  Internacional del Trabajo, en homenaje a la gente trabajadora. Para muchos ese día es de descanso al lado de la familia, de  salidas con los compañeros de trabajo, reuniones y celebraciones en las que no faltan los tragos;  sin embargo, hay un grupo de personas, para las que el calendario no maraca rojo, sino azul como siempre.

Teresa Núñez, no entiende de feriados, ella sabe que tiene que trabajar todos los días y está muy agradecida porque Dios le da la oportunidad de trabajar. Se despertó desde muy temprano y está a punto de terminar las ocho cuadras que le toca barrer. No se le escapa ningún papel y siempre está pendiente de la gente que tira los papeles al suelo para recogerlos. Teresa dice que para ella no existen  los feriados  y mientras tenga trabajo,  seguirá su jornada laboral para apoyar a sus hijos.

“Para mí los feriados son como todos los días, es más debo aprovechar que la gente sale a la calle, esos días vendo más”, afirma María Culupú Cáceda. Ella vende golosinas en la plaza de Armas; toda su vida ha trabajado por  sus seis hijos, que estudian en la universidad. “No me molesta trabajar, al contrario lo hago con gusto y cuando veo que hay mayor movimiento me quedo a trabajar hasta la madrugada. Ya vendrán tiempos mejores, en los que vaya en mi carro y no camine como ahora”, agrega sonriendo.

Las calles, están vacías y hay pocos carros, pero la Policía de Tránsito está en las pistas verificando que todo  vaya bien. “Para nosotros no existen los feriados y eso lo sabemos desde que entramos a la institución”, expresó un efectivo. Pedro Rojas, es taxista, él salió a trabajar desde temprano. “Cuando te hace falta el dinero y tienes cuentas que pagar, los feriados no importan, lo que importa es el dinero que vas a ganar. Los que pueden celebrar que celebren, yo por ahora solo debo trabajar”, cuenta Pedro.

Luis Armando Navarro se pasa todos los días dibujando. Con su rutina de trabajo ya no distingue de feriados y menos del Día del Trabajo, trabaja sin descansar y siempre anda en busca de alguien que quiera inmortalizar su imagen en un cuadro.  Los días  transcurren entre sus lápices de color y las imágenes que pinta. “Estoy aquí trabajando como todos los días, es una rutina el trabajo y gracias a Dios y a la Virgen no me falta”,  sostiene

Beatriz Guevara Corrales, es una de las mujeres que pertenece a Serenazgo de la Municipalidad de Piura, tiene un hijo pequeño, que depende de ella. Toda su vida ha trabajado y aunque no celebra con tragos, sino trabajando el Día del Trabajo, lo hace con mucho cariño y amor, por el bienestar de su hijo. Javier Guayanay, tiene más trabajo que nunca hoy, será que es el Día del Trabajo y muchos de ellos quieren lucir bien. Con cajón en mano, betún y franela va de banca en banca lustrando los zapatos de quien solicite sus servicios.

Luis, José, Beatriz, Teresa, Javier, Pedro y María, son solo unos cuantos de los muchos personajes que hoy, Día del Trabajo, hacen honor a su nombre. La vida les ha enseñado que no existe mayor gracia que contar con un trabajo y mientras puedan trabajar, lo harán con mucho gusto, como hasta ahora.

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