Las sospechas de sobrevaloración de la remodelación de la avenida Bolognesi, que ha costado a la ciudad cinco millones de soles, a la fecha no se han esclarecido, pero lo que sí es claro es que se ha utilizado material que pronto se ha malogrado y una concepción provisional para su equipamiento. 

Las bancas que se han colocado, son el ejemplo más claro que quienes hicieron el expediente técnico no pensaron en la delincuencia que aprovecha lo que está mal puesto para robárselo en cuanto pueden.

Los proyectistas concibieron unas bancas de estructura de metal, de un material más parecido al latón, con asiento y respaldar de madera para reemplazar a las bancas de granito que por décadas permanecieron sin dañarse.

Las bancas que han colocado llevan pocos meses y ya empezaron a destruirse. El óxido corroe sus bases y los amigos de la ajeno se han llevado la madera de varias de ellas, por lo fácil que es remover los pernos. La misma estructura metálica de las bancas está en peligro, porque simplemente están empernadas y varias de ellas ya ni siquiera tienen los pernos completos.

Tres días después de que la alcaldesa Ruby Rodríguez, declaró que ha Comuna decidió resolver el contrato con el Consorcio Bolognesi, para que sea la propia Municipalidad la que levante las observaciones planteadas, recorrimos este lugar y encontramos que tres bancas ya casi no tienen madera y en otros casos estas han sido destruidas.

Las bancas que casi ya no tienen madera, al parecer sustraída por ladrones, están ubicadas en el óvalo Bolognesi, donde hay cámaras de vigilancia que al parecer no detectaron la sustracción.

En el óvalo solo han cambiado las bancas, el resto ha quedado igual pese a que el pavimento está sumamente deteriorado. La explicación que ha dado la Municipalidad es que este lugar, no puede ser intervenido porque el Ministerio de Cultura no ha dado su consentimiento, pero sí cambiaron los asientos de granito que están en buenas condiciones por la efímera madera.

Observaciones

La Municipalidad se ha visto obligada a resolver el contrato, porque el Consorcio Bolognesi se niega a levantar observaciones y la demora está causando que el césped esté nuevamente secándose por falta de riego.